miércoles, 14 de junio de 2017


NELSON MANDELA Y EL TOC


Hoy quiero hablaros de un libro, que llevaba años intentando leer. No he podido hasta ahora, ya que, todas mis lecturas, cuando mi mente me ha permitido han sido enfocadas a la psicología y la autoayuda.

Supongo, que todos los trastornos relacionados con la mente, dificultan en gran medida la lectura de temas que no estén relacionados con la psicología, la autoayuda o la espiritualidad.

Cuando la mente está agitada, es como un mono loco saltando de un lado a otro, generando alboroto y desasosiego. Cuando no somos capaces de frenar a ese mono alborotador, nuestra mente se sugestiona, se asusta y la ansiedad empieza a aflorar.

Por eso, la lectura de este libro alberga muchos paralelismos, con ese mono loco, y esa prisión, en las que tantas personas vivimos en determinados momentos o etapas de nuestras vidas, atacadas por pensamientos que te hacen esclavo y prisionero. 

El libro en cuestión, se llama El largo camino hacia la libertad, libro autobiográfico, escrito por Nelson Mandela. El protagonista, estuvo veintisiete años preso en distintas cárceles de Sudáfrica, lo que le llevo a desarrollar tanto a él como a sus compatriotas encarcelados, una resilencia casi inhumana.

El libro es muy extenso, y quiero centrarme exclusivamente, en las adversidades, los efectos que tuvieron en él, y como supo salir adelante a pesar de circunstancias tan extremas y dolorosas. Y la relación y los paralelismos que tiene con el TOC.  

Pues bien, los peores años por los que atravesó Mandela y sus compañeros, fueron en la cárcel de Robben Island, donde estuvieron durante diecisiete años sometidos a trabajos forzados, en celdas de dos metros por dos metros, sin aislar del frío ni del calor.

No se les permitia la lectura, ni formación académica ninguna. La alimentación para los ciudadanos negros, era distinta que para los mestizos y ciudadanos blancos o indios. Lo mismo pasaba con las prendas de ropa, bastante peor para los negros que para el resto.

A esto, hay que sumarle los trabajos forzados en la cantera picando piedra, con temperaturas muy extremas tanto en invierno como en verano. Tampoco se les permitía enviar ni recibir correspondencia alguna, y las que recibían  eran censuradas, y por lo tanto eran tachadas o cortadas.

Si lo anteriormente descrito era extremo, a todo esto hay que añadirle, que las visitas eran anuales o semestrales, dependiendo el comportamiento del preso. El aislamiento en celdas sin luz natural durante días, era algo muy común. Imaginaros a nivel mental, lo que debe de ser, estar solo en una celda durante días sin ver ni un rayo de luz solar, ni personas, ni poder leer un libro o la prensa, absolutamente extremo.

Con esta pequeña introducción, lo que pretendo es trasladaros las situaciones que el protagonista experimentó durante décadas. Con ello, quiero que veais los paralelismos a los que me refería, entre prisión física, con condiciones extremas en todos los ámbitos, y la prisión mental en las que muchas personas vivimos, cuando las obsesiones nos invaden de forma tan invasiva.

Mandela sufrió en prisión la muerte de su hijo y de su madre, por supuesto el gobierno del apartheid, no le permitió asistir a los distintos funerales Estos momentos fueron los más duros para él, al no poder ayudar, ni tan siquiera con su presencia a su familia en esos momentos tan dolorosos.

El desarrolla una resilencia prácticamente inhumana, por varios motivos, bajo mi punto de vista, estos son los más importantes y los que más nos pueden ayudar.

-Puede desahogarse con sus camaradas en el patio, en la cantera o en horas de comida. Eran terapias de grupo, según manifiesta él en el libro. El hecho de poder expresar como te sientes, llorar, reír, chillar, patalear, fueron para él muy terapéutico.

- Creo una disciplina deportiva minuciosa y exhaustiva, era una persona constante, nada le impedía realizar sus actividades diarias. Ni el sueño, ni el frío, ni el calor, ni la ansiedad, ni la pena. La constancia- como manifestaría más tarde- le salvo la vida.

- Pasados unos años, les permitieron estudiar, esto genero en él una motivación que le ayudaba a estar "vivo". Al principio estudio y amplio sus formación en derecho, pero más adelante comenzó a leer literatura anglosajona y Afrikaner. Con esto pretendía conocer mejor a sus enemigos, sus defectos, sus virtudes, todo lo que le pudiera ayudar a comprender y entender, a aquellos que le habían condenado a cadena perpetua.

- Pero la clave, bajo mi punto de vista, lo que le salvo de morir en prisión por enfermedades físicas, mentales o como era común allí, por suicidio. Mandela tenía una causa, esa causa le dio la fuerza y la fe para superar cualquier adversidad. La liberación de su pueblo por parte de uno de los regímenes más atroces que ha conocido la historia de la humanidad, fue lo que le salvo la vida.

 Su libertad iba unida a la de su pueblo, ese era su sueño, ese era su objetivo. Liberarse del opresor y alcanzar un estado democrático, donde las diferencias raciales no supusieran un agravio para nadie, un estado donde se pudiera vivir en paz y armonía independientemente del color de piel. Eso fue lo que le salvo la vida, tenía un objetivo, tenía un sueño, y lo consiguió.

A continuación, quiero plasmar momentos del libro que puedan servir de ayuda a cualquier persona que este pasando por un mal momento. Hay muchas frases célebres, que en internet se encuentran con facilidad, pero las que aquí plasmo, son más íntimas-

- La historia demuestra que el castigo no detiene a los hombres cuando su conciencia ha despertado. Estoy dispuesto a pagar el precio de mis convicciones, aunque se lo desesperada y amarga que es la situación de un africano en las cárceles de este país. Por poderoso que sea el miedo que siento ante las aterradoras condiciones a las que puedo enfrentarme en la cárcel, mayor es mi odio a las aterradoras condiciones a las que esta sometido mi pueblo. " UNA CAUSA"

- Al cabo de unos meses, nuestras vidas en prisión se convirtió en una rutina. Cada día es idéntico al que precede, con lo que los meses y los años acaban confundiendose los unos con los otros.  "PARALELISMO CON TOC"

-Todo hombre o institución que intente arrebatarme mi dignidad sufrirá una derrota, puesto que no estoy dispuesto a perderla a ningún precio ni bajo ninguna clase de presión. Siempre supe que, algún día, volvería a sentir la hierba bajo mis pies y caminaría bajo el sol como un hombre libre. "LUCHA, FÉ, ESPERANZA". 

-Ser optimista significa, en parte, mantener la cabeza siempre levantada hacia el sol y no dejar nunca de caminar hacia adelante, Hubo muchos momentos sombríos en los que mi fé en la humanidad se vio severamente puesta a prueba, pero no podía ni quería abandonarme a la desesperación. En esa dirección se encontraban la derrota y la muerte.
" OPTIMISMO"

- Estar solo encerrado en una celda no tiene principio ni fin, solo existe la propia mente, que empieza a jugarle a uno malas pasadas, uno empieza a cuestionarse todo. La mente no para de torturarte con preguntas que no llevan a ningún lado. "TOC"

-Sin embargo, el cuerpo humano tiene una enorme capacidad de adaptación a circunstancias cambiantes. Descubrí que uno es capaz de soportar lo indecible si uno mantiene la fortaleza de espíritu. Las convicciones profundas constituyen el secreto dd la supervivencia frente a las privaciones. Incluso con el estomago vació la mente pues estar llena. "CREENCIA, OBJETIVO, LIBERTAD"

-Siempre he sabido que en el corazón de todos los seres humanos hay misericordia y generosidad. Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, procedencia o religión. El odio se aprende, y si es posible aprender a odiar, es posible aprender a amar, ya que el amor surge con mayor facilidad y naturalidad en el corazón del hombre que el odio.
"AMOR, LA CLAVE DE LA VIDA"

- No nací con hambre de libertad, nací libre en todos los aspectos que me era dado a conocer. Libre para correr por los campos cerca de la choza de mi madre, libre para nadar por el rio transparente que atraviesa mi aldea, libre para asar mazorcas de maíz bajo las estrellas. " OBJETIVO LIBERTAD, MENTAL, FISICA Y ESPIRITUAL"





Aprendí que el coraje no era la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino el que conquista ese miedo


NELSON MANDELA