Te puedes hundir en la pena o luchar contra ella.
Acepta la ayuda de fuera, pero no olvides que tu problema,
tú debes ser el que lo enfrenta, tú debes ser quien lo resuelva,
hay una salida que espera por cada laberinto en el que te metas.
Eres uno mientras la buscas, y pasas a ser otro cuando la encuentras.
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